Desde mediados del año pasado, cuando se vislumbró en el horizonte el recambio presidencial y la posibilidad de que se modificaran las políticas para el sector los productores comenzaron a invertir en la tenencia de animales. La retención de hembras se profundizó hacia fin de año y se sostiene en las buenas perspectivas que los ganaderos le ven a la actividad. Esas condiciones se mantendrán en la segunda parte del año. La escasez de animales para faena están sosteniendo los precios del gordo y más allá de que en los meses que vienen saldrán a venta los animales que se encerraron durante la zafra de terneros, los ofrecimientos serán más escalonados por el estiramiento de los procesos de engorde y el perjuicio que causó el exceso de lluvias en la terminación de la hacienda. Por otra parte, la oferta de terneros será menor y eso afirmará los valores de la invernada. También se prevén buenos niveles de cotizaciones para la hacienda de cría debido al interés por retener animales e incrementar los rodeos.
Hay menos oferta de hacienda para faena y para engorde. La faena cayó 6% en los primeros cinco meses del año (ver gráfico) y eso impulsó los valores del gordo y de la carne. La menor oferta obedece en gran medida a la retención de hembras (y eso se evidencia en los resultados de las faenas, ver gráfico) pero también de machos a los que se les pretende agregar más kilos para que lleguen con pesos más altos a la faena. El interés por la retención de machos implica, a su vez, a una menor oferta de terneros livianos. La recuperación de los precios de todas las categorías vacunas llevó a una mejora en la renta de la actividad ganadera que debe ser acompañada por inversiones no sólo en la tenencia de hacienda sino también en manejo y en la base forrajera.
Ese es uno de los puntos críticos del sector. Históricamente los ganaderos aumentaron su producción mediante el incremento de las existencias, pero es mucho más eficiente y conveniente hacerlo por la mejora de los indicadores reproductivos como la tasa de preñez y destete que en las últimas décadas no tuvieron variaciones positivas sustanciales. La recuperación del stock de alrededor de 1 millón de cabezas por año no cubre la mayor demanda si la exportación empieza a trabajar. Por eso es clave mejorar la eficiencia. Sin lugar a dudas las políticas de los últimos años no ayudaron a que ese proceso se ponga en marcha, pero teniendo en cuenta los cambios operados desde diciembre creemos conveniente apuntar a la mejora de la eficiencia en la cría. El manejo de la hacienda es clave. Hay 9 millones de vacas, sobre un total de 22 millones, que no quedan preñadas, que no producen su ternero. Además, mediante la mejora de la base forrajera se puede incrementar la carga por hectárea sin dañar el porcentaje de preñez. Hoy los resultados económicos de la actividad permiten esas inversiones. Hay que tener en cuenta que en el caso de los productores que son propietarios de la tierra el crecimiento productivo incrementa la renta del negocio, mientras que para los que son arrendatarios la mayor tasa de destete les reduce el costo del alquiler.
Armonizar la cadena ganadera
En los últimos años y en función de las políticas que se implementaron a nivel nacional hubo ganadores y perdedores en el sector. Durante los años de la liquidación los productores,principalmente los criadores, cobraron precios bajos mientras que la industria faenó volúmenes importantes a bajo costo. En los últimos años eso se invirtió. La escasez de hacienda incrementó los precios, pero los frigoríficos además sufren otros incrementos de costos como los de la energía eléctrica, el gas, el gasoil, las subas salariales al tiempo que baja el valor del recupero (cuero). Como si esto fuera poco la Afip instrumenta nuevos procesos de control que generan mayores costos administrativos y fiscales. Creemos que es necesario que las medidas de carácter nacional que se pongan en marcha ayuden al ordenamiento de cada eslabón y armonicen al mismo tiempo el funcionamiento de la cadena para evitar que la ganancia de unos sea a costo de las pérdidas de otros.