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  • Crédito: Fifra

Arrancan controles con “cajas negras” en frigoríficos


Referentes de la Mesa de las Carnes se reunieron con funcionarios del Ministerio de Agroindustria para analizar la evolución del sistema de control sobre la cadena vacuna. Expectativas positivas del avance en el control de la informalidad.

Las autoridades nacionales comunicaron que ya está definido el grupo de empresas que podría comenzar con la instalación de la tecnología necesaria para que funcionen los controladores fiscales y las cámaras de seguridad que permitirán controlar la faena vacuna.

La tecnología que se incorporará permitirá almacenar información de faena diaria por una plazo de hasta 60 días. Esos datos serán transmitidos a la Succa.

La intención de la autoridades en combatir la evasión en toda la cadena. En tal sentido Marcelo Rossi, titular de la Succa, dijo recientemente a la prensa que “hay tres empresas con las que convinimos hacer en el próximos mes pruebas pilotos en los frigoríficos Ecocarnes, Rioplatense y Mattievich, pero la idea es también sumar algunas plantas del interior”. El funcionario señaló que si bien no resulta conveniente hablar de costos, debido a que cada empresa hará su propio presupuesto a los frigoríficos, se estima que la colocación de todo el sistema (cajas negras y cámaras) rondaría los 10.000 dólares por planta.

Entre las empresas oferentes de la tecnología hay una importante firma japonesa, otra alemana y también locales.

Con respecto a esta iniciativa Daniel Urcía, presidente de Fifra, dijo que “la intención es que el sistema esté implementado en todos los establecimientos faenadores en el arranque del año próximo. El sistema dará transparencia al comercio y certezas al productor respecto del resultado de la faena de su hacienda. Lo que nos preocupa es que tenga alcance a los cerca 450 frigoríficos que hay en el país”.

En tal sentido, Urcía consideró que es necesaria la implementación “desde la periferia” y destacó que el Ministerio de Agroindustria comunicó que se diseñará un mecanismo de ayuda para los que no logren soportar el costo de la instrumentación.

“Si no se alcanza a todas las plantas se corre el riesgo de que haya una migración de los operadores informales a las plantas que cuenten con esa tecnología, lo que además implicaría convalidar la competencia desleal con el resto”, evaluó el titular de Fifra.

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