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  • Foto del escritorFIFRA Informa

La seca y su impacto en el mercado ganadero


El consultor Ignacio Iriarte analiza los efectos en el corto y mediano plazo de la sequía en la ganadería. Prevé más encierres en los corrales y bajas adicionales en precios de terneros, caída del stock y más exportaciones de carne de vaca a China.

En enero-febrero la oferta de carne vacuna aumentó un 13%, estimándose que esta tendencia al crecimiento se acelerará en los próximos meses.

Ahora ya es visible en los mercados la gran cantidad de vacas (manufactura y conserva) y de hacienda falta de terminación, que los productores han comenzado a desprenderse. Vendrán meses de alta oferta, con precios a la baja, de la que se pueden salvar el ternero muy liviano -hoy muy escaso-, el novillo pesado y la vaca gorda.

Por varios meses habrá sobreoferta de vacas, que se destinarán a China, y de terneros de invernada (más livianos que lo habitual), que serán absorbidos por el feedlot. Todo se venderá; la variable de ajuste será el precio.

Con la grave situación forrajera y la falta de reservas que está sufriendo las dos terceras partes de las zonas ganaderas del país, por varios meses disminuirá drásticamente la recría de terneros o el engorde de las vacas falladas. Se reducirá el stock, el ganado perderá estado, y se registrará este invierno una mortandad considerable de vacas, pero el ciclo se podría revertir drásticamente si la primavera se presenta normal, en materia de precipitaciones y de temperatura.

El precio del ternero de invernada ha comenzado a caer (2-3 pesos desde mediados de enero) y los compradores piensan que la oferta continuará creciendo y el valor de la invernada seguirá cayendo.

En cuanto al stock ganadero, es muy posible que los efectos de la seca -pese a la aceleración de la faena en el primer trimestre del año- no se reflejen en el dato de existencias al 30 de marzo próximo, que revelaría una cantidad de ganado muy parecida a la registrada a marzo del 2017. Pero para marzo del 2018 cabría esperar una caída del stock de vacas y terneros, cuya magnitud estará determinada por la situación forrajera del invierno próximo; en general, puede decirse que los campos vienen -después de un período lluvioso- de altas cargas, por lo que un invierno frío, con poco pasto y con reservas caras y escasas, llevaría a los criadores a vender vacas y terneros por encima de lo que hicieron años anteriores.

El feedlot se prepara para un año extraodirnario de encierres, que no llegará a las 5,6 millones de cabezas del 2009 (pleno período de seca), pero que superaría claramente los 4,3 millones de animales gordos producidos en el año 2017. Con la suba del precio del maíz que se dio en los últimos tres meses (+35%), y la diferencia actual de compra-venta, los números no cierran.

Pero se confía que en las próximas semanas la sobreoferta de terneros de invernada determinará bajas adicionales en los precios de esta categoría, lo que permitirán planear un primer ciclo de engorde anual con una ganancia razonable.

Las exportaciones, cuyo crecimiento en un 70% se lo debemos a China, crecerán en los próximos meses, favorecidas por la baja del precio de la hacienda en dólares, por los reintegros y por la sobreoferta que se espera

-por varios meses- de vacas manufactura y conserva, que es justo lo que lleva el mercado chino. Los exportadores temen que a la abundante oferta actual de novillos y vacas, le suceda un período de fuerte restricción de oferta. En el caso del novillo pesado, se teme que con la seca y con el difícil invierno que se avecina, disminuya drásticamente la recría a campo, dando lugar a una menor oferta de novillos en el segundo semestre del año.

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