El re-empadronamiento de productores que encaró el Senasa (y que según versiones podría ser postergado) redujo la cantidad de posibles oferentes de novillos para el cumplimiento de la cuota Hilton. Además de discutir el biotipo, el país requiere una política que impulse la producción de esta categoría.
El Senasa decidió encarar el re-empadronamiento de los productores que abastecen de carne al cupo Hilton, tema del que se viene hablando desde hace tiempo habida cuenta de que la mayor parte de los novillos reciben algún tipo de suplementación lo que no está permitido en el biotipo animal que se definió cuando se hizo el acuerdo con los funcionarios de la Unión Europea hace 40 años, en el medio corrió mucha agua, apareció la soja transgénica y el glifosato y el feedlot y el sistema de producción de carne vacuna ya no fue el mismo y por eso muchos están quedando fuera del listado de los autorizados para vender novillos Hilton.
Al cierre de este newsletter había versiones de que el re-empadronamiento podría ser suspendido. Pero su puesta en marcha puso de manifiesto dos procesos: uno que ya casi no hay novillos engordados a pasto y en segundo término la enorme caída en el stock de esa categoría.
Los exportadores de carne vacuna dicen no se cuenta que se cuenta con la cantidad suficiente de novillos productivos a pasto, así lo reconoció Jorge Romero, gerente de exportaciones de Urien Loza, uno de los mayores grupos de productores exportadores a la publicación informe Ganadero donde sostuvo que tras el re-empadronamiento (que reiteramos podría ser postergado o suspendido) tuvieron una reducción del 50% de los productores en condiciones de ofrecer novillos Hilton, cree que ese porcentaje va a ser similar en los demás grupos y que en definitiva no se contará con la cantidad de novillos necesarios para el abastecimiento de la cuota, por eso también cree que es necesario modificar el biotipo y adaptarse a las nuevas condiciones productivas, algo que también identifican los feedloteros y a lo que algunos en el sector privado no quieren renunciar porque considera que así la carne argentina perdería parte el reconocimiento mundial.
Pero más allá del debate lo cierto es que Argentina no tiene novillos a pasto y que además se produjo una enorme reducción en su stock. En los años de la gestión kirchnerista se frenaron exportaciones, Argentina perdió enormes oportunidades en el mercado global y la cuota en cuestión durante años no se cumplió por las políticas que se implementaron que fueron tan anti exportadora de carne y tan antiganaderas que el país terminó con la mitad de los novillos que había en 2005 (6 millones de cabezas) y el drenaje siguió luego aunque ahora hay quienes sostienen que el proceso de recría estaría lentamente revirtiendo la cuestión. Hace 15 años que la Argentina dejó de producir novillos, dejó de agregar valor al ternero porque las políticas macroeconómicas y las sectoriales desalentaron inversiones costosas, es necesario recuperar eso para beneficio de la cadena incluso más allá de lo que pase con el cumplimiento de la cuota Hilton.