En junio la faena de ganado vacuno cayó 12% con respecto a igual mes del año pasado. La baja no se puede explicar sólo por la retención de hembras en marcha desde fines de 2915: también disminuyó la faena de machos. Se trata de una combinación de retención, atraso en los engordes en feedlots y pasturas como consecuencia del clima adverso y también de las recrías y del menos urso de granos. En todo el país la actividad ganadera sigue muy dañadas por las intensas lluvias de los últimos meses: todo está atrasado y la producción de carne muy afectada. Expectativas favorables, lluvias, feriados largos, paros, todos factores que contribuyen a que la oferta sea mucho más baja de lo esperado.
Recupero
Un industrial de la carne, propietario de un matadero mediano en la provincia de Buenos Aires, nos dice que pese a la recuperación en términos nominales del valor de los subproductos que se dio después de la última devaluación, el crédito bruto de matanza es hoy a moneda constante uno de los más bajos de la historia. “La caída del valor del cuero, de las achuras y sebo en relación al valor de la carne en gancho y en relación a los costos operativos de un frigorífico es tan grande que hay mataderos de consumo de poca escala que con la venta de subproductos no alcanzan a pagar los costos de la faena. Según nuestros registro hace 8 años el recupero bruto de un novillo de 400 kilos valía el 14% de la carne en gancho mientras que actualmente significa en 7%. Esa pérdida de valor coincide con fuertes subas en el costo de la energía y con los recientes aumentos de los salarios. La caída de la faena, que nos afecta a todos, además aumenta el peso de los costos fijos”. Con una faena que mes a mes resulta a nivel nacional de entre 50 y 100 mil cabezas inferior a la del año pasado, todos los problemas de márgenes se agravan por la pérdida de volumen y por el peso de los costos fijos.