La Industria Frigorífica continúa en situación precaria. La crisis del sector reconocida en el año 2010 por el Decreto 702 no se revirtió. Lo que es una buena noticia en el largo plazo como es la retención de vientres y de hacienda para engordar se traduce en un problema porque ante la menor oferta ganadera, el costo de la carne es mayor. En la industria frigorífica menor faena y menor producción se traduce en mayores costos, porque es una industria donde la escala es dirimente, más aún con los recientes aumentos de tarifas de energía eléctrica, gas, combustibles y tasas. El valor de los subproductos ganaderos ya no alcanza para cubrir los gastos que implica la faena. En cuanto al mercado internacional, la hacienda Argentina está 70 centavos de dólar más cara que en los países vecinos de Paraguay, Uruguay y Brasil. A su vez, los precios internacionales de la carne vacuna han bajado entre un 15 y 20 % y con costos internos en ascenso, nuestras empresas no son competitivas". Debemos agregar que un sector importante de la Industria, en el que FIFRA participa, cerramos un acuerdo paritario con la Federación Gremial del Personal de la Carne y sus Derivados para el primer semestre del año, pero otro sector industrial no lo hizo y esta situación trae aparejada conflictividad social. Este cuadro de situación es el que nos permite sostener con total certeza que la situación es precaria. En este contexto la AFIP intenta, mediante un esquema técnico, dar solución a un problema crónico en el sector que responde fundamentalmente a decisiones políticas. La implementación de la Resolución 3873 que pone en marcha un nuevo registro de operadores de la carne quitará recursos financieros a las empresas que operan en el ámbito formal, porque si bien en la operación individual el recurso que se exige no parece significativo, en el volumen implicará un importante adelanto de dinero al fisco que perjudicará notoriamente a los operadores formales, en detrimento de los informales o de aquellos que se valgan de remedios judiciales como hicieran otrora en los años ´90. Decimos que los problemas responden a decisiones políticas porque los mataderos/frigoríficos que operan sin cumplir con los requisitos higiénicos-sanitarios lo hacen con el amparo de una habilitación otorgada por alguna autoridad del Estado (nacional, provincial y hasta municipal). Las pseudo-cooperativas que trabajan sin dar debido cumplimiento al régimen de seguridad social, previsional y de seguridad en el trabajo, lo hacen también bajo el amparo legal de una autorización administrativa y con beneficios fiscales adicionales por el tipo societario elegido. Este problema no fue generado por ese gobierno pero requiere de una urgente solución y estamos seguros que no se resuelve aumentando la presión impositiva para los mismos de siempre. Este Gobierno asumió la gestión bajo el signo del "cambio", desde FIFRA alentamos los cambios siempre que sean para desarrollo de las actividades productivas. Esos cambios no se harán realidad aplicando metodologías que fracasaron en el pasado. . Alertamos debidamente a funcionarios de AgroIndustria que un régimen de pagos a cuenta y percepciones no será la solución al problema antes señalado como también insistimos con que es necesario derogar el peso mínimo de faena, porque es una herramienta que no funcionó, no tuvo incidencia alguna en la evolución del rodeo y solo ha servido para generar expedientes administrativos durante la década en la cual desde el Estado se tomaron medidas que llevaron a la destrucción de la ganadería argentina. Que todavía esté vigente esa medida resulta severamente cuestionable. Hoy el ganadero retiene animales para agregar más kilogramos porque la actividad es rentable, porque el peso mínimo de faena no tiene vigencia, de hecho hace muchos años que no se lo respeta. Para innovar y acelerar el proceso se debería trabajar en un sistema de beneficios impositivos que incentive la producción y faena de novillos. Valoramos el esfuerzo y actitud del Ministerio de AgroIndustria para retomar el dialogo con los sectores; ahora es momento de concretar acciones, producir las modificaciones y generar en definitiva políticas que alienten una mayor producción. Finalmente, queremos destacar que el pasado 10 de junio fue el día del trabajador de la carne. Aprovechamos entonces esta herramienta para extender nuestro saludo, agradecimiento y reconocimiento a todos ellos que con su aporte diario hacen ayudan al sostenimiento de cada planta industrial.