La demanda doméstica absorbe 57-58 kg, pero exige a cambio una caída en los valores reales del ganado y de la carne, y una demanda externa que es extraordinaria, pero que compra categorías de hacienda (vaca manufactura o conserva, novillo pesado) que no tienen el poder de arrastrar todo el mercado por eso caen los precios reales y el mayor perjudicado es la cría.
Una oferta muy alta, que alcanza para consumir 57-58 kg y exportar el equivalente anual a 600 mil toneladas.
Una demanda bien abastecida, que salvo episodios puntuales (lluvias, feriados, paros, etc.) no necesita presionar sobre el mercado.
Fuerte atraso en el precio del gordo (19% por debajo del precio real 2005-2007) y atraso aún mayor de la invernada (-20%), con la cría apareciendo claramente como el gran perdedor después de los cambios en los precios relativos del último año.
Una primavera excepcional para los servicios en la mayor parte de la zona pampeana, donde se producen el 75% de los terneros del país, lo que permitiría un destete importante para el 2020.
Esta primavera, y de acuerdo a la vacunación, la incorporación de vaquillonas de primera parición al rodeo nacional estaría compensando la alta faena de vacas que se está registrando. La participación de las hembras en la faena de noviembre (47,6%) es muy preocupante, y no puede descartarse que en el 2019 el criador comience a reducir sus rodeos de vacas; ante el aumento de los costos de producción y el costo de vivir, y ante el atraso del precio real del ternero, va vendiendo gradualmente la vaca, que tiene un precio excepcional.
La demanda externa, con el acceso a EE.UU. y Canadá, y los dos acuerdos pactados con China, está asegurada, pero queda la incógnita de si los estímulos actuales para hacer novillo pesado son suficientes para revertir la brutal caída en la producción de esta categoría, baja que habría continuado -también según la vacunación- en los últimos meses.
Caída del R&L Hilton por debajo de los 10 mil dólares, con una preocupante disminución en la demanda por enfriado de la U.E.
Todas las fichas puestas a una eventual recuperación del precio del gordo para febrero-marzo, porque los feedlots se están vaciando, aunque menos rápido de lo esperado.
En resumen: demanda doméstica que absorbe 57-58 kg, pero exigiendo a cambio una caída en los valores reales del ganado y de la carne, y una demanda externa que es extraordinaria, pero que compra categorías de hacienda (vaca manufactura o conserva, novillo pesado) que no tienen el poder de arrastrar todo el mercado, que en un 80-82% sigue siendo el de consumo.
Precios relativos
En los últimos tres años se ha registrado un fuerte cambio en los precios relativos del novillo y del ternero en relación a la inflación, a los insumos y al tipo de cambio.
Si se toma como base Octubre del 2015, la inflación acumulada al día de hoy es del 168%; mientras tanto, el valor del novillo en Liniers subió un 118%, mientras que el precio del ternero de invernada (180 kg) lo hizo sólo un 79%. El costo del personal también se ubica (+129%) por debajo de la inflación, pero el costo de una pastura subió un 208%, el gas-oil un 221%, una hectárea de silo de maíz un 196%, el grano de maíz un 329% y un índice de insumos ganaderos (ponderado) subió en estos treinta y siete meses un 216%, bien por arriba de lo que se incrementó el precio del novillo o del ternero de invernada.
El tipo de cambio neto para la carne vacuna, pese a las retenciones y al recorte de los reintegros, subió un 315%; la trifa residencial de energía eléctrica en la Ciudad de Buenos Aires, subió un 1320%.