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Dr. Daniel Urcía, presidente de FIFRA

A pesar de la suba de costos, la caída de la actividad y de los ingresos la industria convalidó paritaria salarial para apuntalar el trabajo y el funcionamiento de las empresas.

Los precios de la carne subieron 4% mientras que la inflación fue de 8,8%. Los costos siguen aumentando mientras baja la faena y por ende el nivel de productividad. Sin embargo, la industria decidió aceptar el pedido de los sindicatos para garantizar el trabajo y el funcionamiento de las plantas.


Iniciamos este Editorial con el dato de Índice de Precios al Consumidor que resultó de 8,8% en abril, continuando una tendencia claramente bajista y anhelamos que sigamos por ese camino. En ése contexto, en el marco de la negociación paritaria con las Federaciones gremiales de la carne se avanzó en una recomposición salarial estableciendo un valor superior a la inflación interanual, recuperando así los trabajadores poder adquisitivo.


El acuerdo salarial se logró gracias al importante esfuerzo del sector empleador, porque la realidad es que el resultado del negocio dificultaba acceder a la pretensión sindical, pero se decidió conceder esa recomposición anteponiendo la responsabilidad social a la frialdad de los números.


La caída en la faena indica una clara merma en el nivel de actividad industrial. Si se proyecta el primer cuatrimestre que sumó un procesamiento de 4,3 millones de cabezas llegaríamos a superar apenas los 13 millones al año.


En el caso de cerdos el primer cuatrimestre arrojó una faena de 2,57 millones legando a 7,7 millones de cabezas. Como bien lo hemos desarrollado en otras oportunidades, la menor actividad representa una mayor participación de los costos sobre kilogramos producidos, deteriorando rentabilidad o generando pérdidas.


Para retomar el equilibrio económico en un horizonte de baja actividad es imperioso hacer reingeniería de costos, revisar procesos, trabajar en eficiencia y reducir el impacto impositivo sobre el sector.


Pese a lo antes dicho, la evaluación de la faena de abril abre una esperanza de recuperación ya que al comparar la actividad diaria en abril se dio un leve aumento de 1,5% impulsado mayoritariamente por el consumo doméstico.


En el primer párrafo hicimos mención al IPC, cuando analizamos lo que pasó con los precios de la carne vacuna observamos que aumentó sólo 4% mientras que el rubro alimentos en general estuvo en el 6%. Esto indica que la carne vuelve a hacer de ancla inflacionaria.


Por otro lado la evolución de nuevos acuerdos de salarios y la aparición de créditos de consumo, podrían ser aspectos que mejoren el poder adquisitivo de los consumidores e impulsen la demanda doméstica.


En la reciente jornada Granadera que hicimos en Córdoba, en la evaluación realizada por Agroideas, el Dr. Federico Santángelo consideró que en el corto plazo no habría saltos significativos de precios, sustentado en el análisis en los valores de la invernada, costo de alimentación, demanda interna y externa. Se puede consultar en el link (https://www.youtube.com/watch?v=7x1c7h-xxXI )


Por otra parte, queremos resaltar que FIFRA participó de la Misión que realizó Cancillería a China, Allí pudimos comprobar el interés de los importadores la carne y subproductos provenientes de nuestro país. En las reuniones privadas hemos insistido en la necesidad de avanzar con el acuerdo por Menudencias y también por la habilitación de plantas nuevas, ahora nuevamente iremos a fin de mes a la feria de SIAL Shangai junto con IPCVA y más de 40 empresas, ratificando asi nuestro compromiso con el abastecimiento a ese importante Mercado.

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