El consultor Ignacio Iriarte analiza lo que está sucediente con las exportaciones de carne y los precios internacionales del producto. También comenta su visión de la faena vacuna.
La exportación, que fue en el primer semestre el factor más dinámico en la formación de los precios de la hacienda, sufre el efecto de la caída en los volúmenes demandados por el mercado internacional, especialmente China, de la caída en los precios FOB y del atraso del tipo de cambio, que desde febrero del 2021 a la fecha acumula una caída en términos reales del 30%. El mercado interno, desde hace unos meses muestra una creciente debilidad, pese a la fuerte caída de los precios reales de la carne vacuna al mostrador.
Los cortes vacunos -muchos en oferta, son muy competitivos, pero frente a la fuerte erosión del poder adquisitivo de vastos sectores de la población, hay poco que hacer.
La oferta ganadera es alta a causa de la seca, y puede mantenerse elevada por varios meses más, hasta que se revierta la seca. En un contexto de mayor faena y caída de la demanda doméstica e internacional, los precios de equilibrio de la hacienda se ubican un 35% por debajo -en términos reales- de los que regían durante el último otoño. De recuperarse los valores nominales de la hacienda, deberían subir al menos un 6-7% mensual para detener la caída: con una inflación tan elevada, es difícil que el precio de la hacienda pueda superar al IPC (Indice de Precios al Consumidor), o al menos igualar al IPC todos los meses.
China está lejos de solucionar su problema de covid, aunque sus autoridades muestran alguna voluntad de revisar su estricta política de covid 0, pero los volúmenes importados han comenzado a caer y los precios pagados por este mercado se ubican hoy un 35% por debajo de seis meses atrás. Los embarques de Brasil, Argentina y Uruguay han comenzado a caer, de manera lenta pero constante. Los volúmenes no son malos y los precios pagados por China vuelven a la “media histórica”. La suba de precios en el mercado de Estados Unidos, y la valoración de varias moneadas frente al dólar -especialmente el Yuan-, son buenas noticias, pero no alcanzan a compensar ni por asomo el derrumbe del mercado chino, que ahora entra en una etapa de extrema incertidumbre.
Faena
Aunque la faena de noviembre resulta un 7% superior a la de igual mes del año pasado, no se la puede caracterizar todavía como propia de un período de liquidación. La matanza de vacas fue en noviembre de 184 mil cabezas, un 2% menos que en el 2021, atribuyéndose esta caída al hecho que se ha venido enviando al mercado mucha vaca en los meses recientes, y que en períodos de fuertes bajas en el precio de la hacienda, muchos criadores se resisten a vender. Además, en noviembre varias plantas exportadoras, ante la caída de la demanda china, redujeron la faena de vacas, o directamente pararon su actividad por varios días.
Llama la atención el incremento de la faena tanto de vaquillonas (+21%), como de la de novillitos (+11%); categorías en gran parte provenientes del feedlot. Esta alta oferta de hacienda liviana contribuye a explicar la debilidad de los precios de estas categorías netas de consumo. Aumenta en noviembre la faena de novillos (+8,3%), probablemente a causa de que muchos invernadores han debido anticipar las ventas por falta de pasto en sus campos, y por el alto costo de la suplementación o de la terminación a corral. Sigue en baja, desde hace ya varios años, la faena de terneros y terneras, que se reduce otro 10% con respecto a noviembre del 2021.
En cuanto a la faena acumulada de los primeros once meses del año, se observa un importante aumento interanual de la faena de vacas (+8%), nivel que se ubica por encima de los niveles de equilibrio para esta categoría. Aumenta también la matanza de vaquillonas (+3,4%), se incrementa también moderadamente la matanza de novillos (+2,5%) y de novillitos (+2,2%). Cae la faena de terneros (-10%); pero aumenta la de toros (+10%), en línea con el aumento en la faena de vacas. Se descuenta que si llegara a llover en forma generalizada, caerá de manera casi inmediata la oferta de vacas y novillos, y podrían caer también los envíos de novillitos y vaquillonas, categorías provenientes del feedlot.
Debe observarse que la relación entre la faena prevista para el 2022 (13,4 Mill. cab.) en relación al stock ganadero al inicio del ejercicio (53,4 Mill. cab.) revela una extracción del orden del 25%, por debajo de la considerada tasa de extracción de equilibrio (26%), por lo que no habría que esperar -por ahora- una caída de importancia en el stock ganadero a diciembre del 2022. No se registra por ahora una mortandad significativa a causa de la seca.
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