Ignacio Iriarte comenta las perspectivas de oferta para la faena y evolución de precios en un contexto de incertidumbre y “devaluación inevitable”
Las lluvias, el proceso devaluatorio, y la restricción de oferta por la elevada incertidumbre mantienen firme el mercado. Noviembre comienza con una oferta reducida. Es probable que, a medida que las lluvias se generalicen y alcancen las zonas que continúan con sequía, la oferta se limite aún más. La devaluación, a esta altura inevitable, y la incertidumbre se mantendrán por varias semanas más. Está quedando atrás una liquidación corta, pero intensa, y los primeros registros de la Segunda Campaña de Vacunación contra la Aftosa estarían mostrando aún menos hacienda que lo esperado. Los feedlots han empezado a vaciarse, ahora más rápido que unos meses atrás, y se puede vislumbrar una escasez de ganado gordo liviano para los primeros meses del 2024. La creciente, cuyo pico todavía no ha llegado, agravará el faltante de novillos ya en curso.
Vienen meses de alta inflación, incertidumbre, sucesivas devaluaciones, escasez de oferta, y si el clima acompaña, de retención ganadera. El mercado internacional probablemente seguirá demandando altos volúmenes por varios meses más, pero a precios bajos. Con el paso de los meses, la oferta ganadera será la protagonista del mercado: la seca dejará una huella por dos años al menos.
Precios reales del ganado en niveles altos
Pese al contexto económico muy adverso, los precios del ganado se ubican hoy en términos reales por encima de un año atrás, al haber subido todas las categorías en los últimos doce meses bien por arriba de la inflación. En el caso del novillo (promedio general) en Cañuelas, el valor real a moneda constante se ubica hoy un 18% por encima de principios de noviembre del 2022, mientras que el precio del novillito de consumo resulta actualmente un 17% más alto que un año atrás. El precio de la vaca gorda subió, en términos reales, un 23% y la vaca consumo o manufactura muestra una mejora interanual del 50%. El novillo Hilton, por su parte, vale un 25% más en términos reales que un año atrás, mientras que el ternero de 180-200 kg vale hoy a moneda constante un 27% más que en noviembre del 2022. Debe recordarse que en noviembre del año pasado el precio del ganado acumulaba una sensible caída con respecto a los picos de valores (reales) alcanzados en el otoño previo.
Si comparamos los precios actuales, a moneda constante, con los máximos históricos del otoño del año pasado, vemos que el novillo vale hoy un 16% menos que entonces, mientras que el ternero de invernada se ubica solo un 6% por debajo del máximo histórico de mayo del 2022.
En un marco de gran precariedad e incertidumbre, precios reales muy altos.
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