Desde FIFRA reclamamos por más control ante el creciente comercio informal de carne, vamos a insistir por cambios en las regulaciones distorsivas y en que se avance con una Ley Federal de Carnes
Así como avalamos y reconocimos en su momento la iniciativa del Poder Ejecutivo Nacional de incluir en la ley de Bases un capítulo de Reforma a la Ley Federal Sanitaria de Carnes con la finalidad de asegurar la inocuidad para los consumidores acorde a las exigencias y necesidades del siglo XXI, vemos como un claro retroceso su NO inclusión en el nuevo proyecto de ley. Haremos gestiones y solicitaremos la urgente reforma por otras vías o proyectos.
Por otra parte, durante las últimas semanas se habló de la disminución del consumo de carnes. Vamos a explicar por enésima vez que en Argentina se consume de manera récord mundial casi 120 kilos por habitante al año de proteína animal. También diremos que en el siglo XXI hay nuevas tendencias y hábitos de consumo, distintos a los que había 40 años atrás.
Cabe señalar que en Argentina creció fuertemente la producción de aves y cerdos. De hecho, la encuesta nacional de consumo en hogares de 2017 difiere de la de 2004 sustancialmente en cuanto al consumo de carne porcina, que no está computado en el índice de precios al consumidor.
Creemos que se debería utilizar la encuesta de 2017 y no la de 2004 en la formación del índice de inflación para que se refleje mejor el consumo de cada especie en ése dato oficial.
También explicamos, hace más de seis meses, que el año 2024 sería de menor faena por recomposición de stock e implicaría menor volumen para consumo y exportación, a la par señalamos que la faena y el consumo de 2023 fueron de los mejores en los últimos 30 años. El año pasado la sequía aceleró el envío a frigoríficos y con bajos precios hubo mayor “preferencia” por la carne bovina.
Dicho todo esto, y teniendo en cuenta el contexto económico actual, para nosotros que haya mayor preferencia de los consumidores locales por la carne de aves y de cerdos no es novedad. Es lo que debe ocurrir y por eso dijimos en su momento que había que estar muy atentos al impacto de los costos (energía, combustibles, salarios, impuestos) de producción.
Por otro lado, anticipamos un crecimiento de la actividad marginal ante el deterioro de la situación social. Es necesaria la fiscalización del Estado en protección de la salud y de las empresas formales.
Desde FIFRA creemos que se pueden optimizar recursos, simplificar gestiones y ser más eficientes tanto en el sector público como en el privado. Para lograrlo tenemos que trabajar de manera coordinada y no tener miedo a los cambios. El proteccionismo y conservadurismo nos colocó en un estancamiento que lleva décadas. Para crecer hacen faltas reformas estructurales en leyes que den seguridad jurídica a las empresas y que aseguren la propiedad privada.
Es inconcebible que al escribir estas líneas estén en curso instrucciones administrativas de AFIP y de Aduana que son consecuencia de la resolución 4710/2020 que establece precios de referencia de la exportación entorpeciendo la operatoria comercial e incurriendo en mayores costos para el sector privado. Hay conciudadanos que todavía no la ven.
En FIFRA intentaremos tener una participación más pro-activa en todo ámbito institucional. Para empezar, hemos intimado a un local comercial de productos basados en plantas para que deje de utilizar la denominación “Carne” por contravenir disposiciones legales de lealtad comercial y regulatorias del Código Alimentario.
En paralelo elevaremos propuestas de derogación y modificación de todas las regulaciones que entorpecen la actividad o que pueden ser simplificadas.
Crédito: FIFRA
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