El licenciado Ignacio Iriarte analiza el mercado ganadero. Destaca el crecimiento de las compras chinas de carne vacuna pero a precios visiblemente inferiores a los del año pasado.
Por otra parte, se observa una merma en el consumo interno por la crisis económica.
El sorprendente volumen de carne vacuna exportada en mayo, 85 mil toneladas res con hueso, el equivalente al 33% de la faena nacional, obliga a recalcular el consumo, que se habría reducido ese mes a sólo unos 45 kg per cápita equivalente anual.
China, contra la mayoría de los pronósticos, nos sigue comprando enormes volúmenes de carne: unas 75 mil toneladas peso res en mayo, el 29% de la producción argentina de carne vacuna.
Frigoríficos, matarifes y carniceros vienen sosteniendo hace semanas que el consumo interno ya no tiene la firmeza que mostraba al principio de la pandemia: se empieza a sentir, especialmente en el AMBA, los efectos de la brutal caída de la actividad económica, de la desocupación y de la caída de los salarios reales. Hay una oferta abundante -y con precios a la baja- de sustitutos, cuyo consumo sumado ya supera largamente la ingesta de carne vacuna. Para los próximos meses, por razones estacionales, debe esperarse una mayor oferta de novillitos, vaquillonas y terneros, categorías casi exclusivas del mercado doméstico, por lo que podría -a priori- esperarse una recuperación del consumo per cápita, al aumentar la disponibilidad de carne.
Una eventual devaluación, agregado a una probable mejora de los precios FOB a China, y a una recuperación de la demanda del gigante asiático, podría llevar en el segundo semestre a un consumo de 46-48 kg, y a una exportación del orden de las 900 mil toneladas (equivalente anual).
Si China se recupera, en precios y en volúmenes, igual que en el segundo semestre del año pasado se volverían a exportar a este destino muchos cortes de novillo (delantero, rueda) o de otras categorías (vaca gorda, vaquillonas pesadas, novillos entrepesados). Para el segundo semestre, y de acuerdo a la información con que se cuenta hoy, podría esperarse un consumo bajo, exportaciones muy altas (muy dependientes de China) y una oferta ganadera recuperada.
China
En mayo último las exportaciones argentinas de carne vacuna registraron un récord histórico, 51.500 toneladas peso producto, de las cuales 5.500 toneladas fueron de carne con hueso, sea carcasas o cuartos. En estas dos últimas semanas los precios pagados han empezado a recuperarse sostenidamente, después de haber bajado un 40% con respecto a la burbuja de valores de la primavera pasada. En la provisión de China, están avanzando Brasil y Argentina, que cubren hoy el 60% de las importaciones de carne vacuna, y retroceden Uruguay, Australia y Estados Unidos. China tiene un problema grave: su producción local de carne de cerdo, entre el 2018 y el 2020 ha caído cerca de un 40% a causa de la fiebre porcina africana, lo que ha causado un faltante de 15 a 20 millones de toneladas en la oferta doméstica. El gobierno ha habilitado más de 300 plantas frigoríficas de exportación de cerdo, vacuno y pollo en todo el mundo, y ha aumentado sustancialmente las importaciones, especialmente de cerdo y vacuno. Además, ha liberado o fomentado el “canal gris”, o sea la carne-especialmente la vacuna- que ingresa ilegalmente de Vietnam y Hong Kong, y ha comenzado a liberar los importantes stocks acumulados desde que empezó la crisis hace dos años. Los precios del cerdo al mostrador -que sería la variable más importante a seguir- han bajado seis meses seguidos, de noviembre a mayo , pero en las últimas semanas han vuelto s subir (+20%).
Los importadores chinos en estos días están mostrando un interés renovado, y los precios han comenzado a recuperarse, siempre dentro de niveles bajos, en el orden de los 3900-4000 dólares por tonelada. Con valores tan bajos, las exportaciones actuales a China por ahora se limitan casi exclusivamente a vaca conserva o manufactura, en cortes o en manta, en cuartos o con hueso, a diferencia de lo que se embarcaba durante el segundo semestre del año 2019, cuando los valores excepcionales que pagaba este destino permitía incluir muchos cortes de novillos o vaquillonas, y hasta de hacienda de engorde a corral. Hoy puede decirse que los volúmenes vendidos a China siguen siendo excepcionales, al punto que en mayo el 29% de la producción total de carne vacuna de nuestro país se destinó a este mercado. En estas últimas semanas aparece cada vez más clara la competitividad de Brasil y Argentina, que tienen precios bajos en dólares por su hacienda, y las dificultades que están enfrentando Uruguay y Australia, cuyos valores del ganado le impiden concretar negocios con un mercado que paga hoy bajos valores por la carne.
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