La analista del Rosgan María Julia Aiassa explica qué países están aprovechando la actual coyuntura del mercado mundial y cómo Argentina se pierde de esa oportunidad por las medidas tomadas por los funcionarios.
El mercado mundial parece no terminar de estabilizarse. Aun frente a una demanda que no consigue recuperar plenamente su ritmo prepandémico, el nivel de oferta sigue resultando escaso para acompañar su evolución.
Australia, tercer mayor exportador de carne vacuna, dispone de una oferta significativamente más limitada debido al fuerte proceso de retención de hacienda iniciado tras dos años de severas sequías y consecuente caída de stock. En los primeros siete meses del año, pasó de exportar unas 640 mil a 500 mil toneladas de carne vacuna de un año a otro, una caída del 22% interanual.
Por su parte, Brasil, siendo el mayor exportador de carne vacuna del mundo, atraviesa una situación similar, aunque menos aguda que la australiana. Los elevados precios internos generados por la misma escasez de oferta, incentivan aún más la retención, reduciendo la disponibilidad de animales con destino a faena. Esto llevó a Brasil a restringir sus embarques totales en los primeros siete meses del año en un 3%, al pasar de 1.100 mil toneladas exportadas en 2020 a 1.073 mil toneladas actuales.
Como si esto fuera poco, Argentina, que se encontraba muy bien posicionada para cubrir eventuales faltantes, también contribuye a este cuadro general, imponiéndose su propia restricción.
En los primeros cinco meses del año, con un mercado aun no intervenido, Argentina venía exportando a razón de un 12% más que en igual período de 2020. A partir de junio, ya estando en plena vigencia el cepo a las exportaciones de carne, comienza a perder, en promedio, más de un 30% de lo embarcado un año atrás.
Por voluntad propia, Argentina se corrió de escena abandonando la posición de liderazgo que podría haber ejercido en un contexto de limitada oferta como el que estamos transitando en el cual, son pocos los orígenes con capacidad para acompañar una verdadera recuperación de la demanda.
¿Quiénes sí capturaron la oportunidad detrás de este escenario? Estados Unidos, es sin duda uno de los grandes ganadores al haber aprovechado una doble oportunidad de ganar participación en el mercado chino; por un lado, absorbiendo parte del vacío que dejara Australia tras el conflicto diplomático y comercial suscitado a partir de los cuestionamientos acerca del origen del Covid-19 y, por el otro, sabiendo capturar muy rápidamente al igual que otros orígenes la debilidad argentina.
De acuerdo a los últimos datos publicados por el Departamento de Agricultura (USDA), en el primer semestre de este año, EE.UU. exportó a todo destino un total de 700 mil toneladas de carne vacuna, un 18% más que lo conseguido un año atrás y 6% más si se lo compara con el último récord alcanzado en 2018. Otro de los ganadores es Uruguay que, al igual que EE.UU., también logró una mayor penetración en el mercado chino.
En los primeros siete meses, sus embarques totales alcanzaban 223 mil toneladas, con un crecimiento del 28,3% interanual, dentro de los cuales China representaba el 59% de las ventas totales (169 mil toneladas), un 52,3% más que el volumen demandado en igual período de 2020.
En efecto, acaban de conocerse las exportaciones a agosto, donde continúa consolidándose esta performance, al alcanzar casi 190 mil toneladas con un crecimiento acumulado del 39% interanual. Finalmente, Paraguay, aun sin acceso a China, también supo capitalizar el cuadro de escasez general.
De enero a julio de este año, consigue cerrar ventas de carne vacuna al mundo por 238 mil toneladas, superando en un 38,9% los envíos computados durante el mismo período del 2020. Ahora bien, mientras el mundo racionalmente intenta tomar provecho de esta situación, Argentina redobla la apuesta y decide prorrogar las restricciones vigentes por, al menos, dos meses más.
En este sentido, es importante recordar que los próximos meses son cruciales para el comercio, considerando que China -nuestro principal comprador- acelera sus compras para llegar a abastecer uno de los momentos de mayor consuno del año como son las festividades del año nuevo Lunar. Una oportunidad a la cual este año accederemos de manera muy limitada.
Pero esto no es todo. En los últimos días el mercado no solo tuvo que asimilar la decisión de argentina de continuar con su “cepo” sino que, además, recibió el inesperado impacto de la aparición de nuevos casos de ‘vaca loca’ en Brasil.
Si bien, por lo que se informó oficialmente, se trata de dos casos atípicos de EBB (Encefalopatía Espongiforme Bovina) -esto es, casos detectados en animales de edad avanzada no relacionados con el tipo de alimentación recibida o falencias sanitarias- la noticia no deja de generar un fuerte impacto en el mercado por tratarse de un proveedor de la escala de Brasil y en el contexto de escasez ya descrito.
Recordemos que Brasil es el primer exportador mundial de carne vacuna y, a su vez, el mayor proveedor del mercado chino. Precisamente un acuerdo firmado con ese país, compromete a Brasil a suspender de inmediato los envíos de carne vacuna ante la confirmación de un caso de EEB. Recordemos que, en 2019, Brasil ya tuvo una suspensión de los envíos a causa de otro caso similar, y en pocas semanas el flujo de embarques ya se encontraba reestablecido. Sin embargo, en este contexto, cualquier alternación en el mercado mundial, por más temporal que sea, no resulta inocua y, menos aún, estando Brasil como oferente y China como comprador, dos pesos pesados del comercio mundial de carnes.
En este sentido, la interrupción temporal de los envíos a China, generan un nuevo vacío que se suma al ya generado por Argentina. Hasta entonces, Brasil venia registrando embarques a China por más de 70 mil toneladas mensuales.
La sola interrupción de este flujo por al menos dos semanas, dejaría descubierta una demanda cercana las 35 mil toneladas. Países como Uruguay, Estados Unidos, e incluso Australia, claramente reciben esta noticia como una oportunidad para incrementar sus colocaciones en el mercado chino.
Por el contrario, quienes lamentablemente no podemos tomar provecho pleno de esta oportunidad, sea por falta de acceso a este mercado como es el caso de Paraguay o por autolimitación, como en el caso de nuestro país, esta situación se podría transformar en amenaza, ante la presión que comenzará a ejercer Brasil para re-direccionar esta oferta disponible a otros destinos.
Comments