Ignacio Dagatti es el menor de 3 hermanos que conducen los destinos de un grupo de frigoríficos de origen y gestión familiar que siempre busca crecer e invertir.
Ignacio Dagatti forma parte de un cuarteto cordobés que no hace música, produce carne en los tres frigoríficos que tiene su familia.
La empresa la arrancó su padre, Alicio, y los tres hijos varones sigue “con mucho orgullo y satisfacción lo que mi viejo empezó hace varias décadas” cuenta Ignacio quien desborda de la energía propia de la edad.
Ignacio tiene 28 años y desde hace 5 que está trabajando en la empresa. En sus inicios y para conocer el negocio hizo un poco de todo: desde cuestiones administrativas, el seguimiento de la faena, la logística, etc. Era el momento de curtirse y aprender para lo que se venía.
Sus hermanos mayores Franco y Federico manejan Transur y Arezzo respectivamente, a él le tocó conducir Livorno, ubicado en la localidad Las Higueras, cerca de Río Cuarto.
Allí cumple el rol de gerente general y como tal tiene que estar al tanto y seguir de cerca todos los procesos de las faenas vacunas y porcinas. “Siempre hay algo nuevo, cada día aparecen situaciones nuevas, acá no te aburrís nunca” cuenta con entusiasmo.
En Livorno tienen capacidad para faenar 5.000 vacunos y 6.000 porcinos. No tienen faena propia, en este ciclo 1 todo es aportado por usuarios de la planta que fue adquirida por la familia en 2010 pero que comenzó a funcionar varias décadas atrás aunque con diferentes interrupciones.
Desde que se hicieron cargo de la planta hicieron inversiones. Primero en la capacidad de frío y luego en una nueva línea de faena porcina.
“Esa inversión fue muy importante, es muy modera y eficiente” comentó Ignacio.
Este joven empresario agregó con orgullo que gracias a esa inversión se logra: “un muy buen dressing, dehuello, pelado del cerdo, pero lo más importante es que la parte más valiosa de estos animales, que son las piernas, tenemos cero por ciento de mermas, no se quiebra ni una de las patas que se producen y de las que salen los jamones. El sistema permite que el cerdo esté inmovilizado al momento del noqueo previo a la faena”.
Dagatti además se refirió a cómo ve el negocio cárnico. “Tiene demasiadas fluctuaciones y para ninguna empresa tanta inestabilidad es buena. Además el precio se suele atrasar demasiado respecto de la inflación lo que complica la ecuación del negocio”.
Claramente el sector privado requiere de que una vez y por todas se estabilice la economía argentina lo que ayudaría a que los empresarios reinviertan y hagan crecen sus empresas y negocios.
“En estas condiciones es complicado trabajar, mantener clientes, incluso mantener abierto un Feedlot para producir hacienda”, indicó.
Finalmente agregó: “es necesario que se implementen políticas que incentiven a los ganaderos a producir más, para que haya más hacienda para la faena y más carne para el consumo y la exportación. Faltan políticas de fomento, estabilidad, créditos. Los empresas, y es nuestro caso, queremos seguir invirtiendo pero no están dadas las condiciones, si fueran otras lo haríamos como ya lo hicimos en otras ocasiones”, finalizó.
Crédito: Flia Dagatti
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