El frigorífico está emplazado en la localidad cordobesa de Toledo desde 1930. Desde hace unos años sumó a su estructura productiva un feedlot que le garantiza parte de la oferta vacuna. También recuperó la faena de cerdos para abastecer con carne porcina al consumo de la provincia de Córdoba.
El frigorífico Novara está emplazado en la localidad cordobesa de Toledo, ubicada a 20 kilómetros de la ciudad de Córdoba desde nada menos que el año 1930 lo que lo convierte en uno de los más antiguos de la provincia.
En los más de 90 años que lleva operando en el negocio de la carne superó las innumerables crisis económicas que vivió el país y se fue adaptando a las circunstancias que se le fueron planteando.
Gerardo Garda es el gerente de la compañía y explicó que en a tuvo varios cambios en sus procesos productivos a lo largo de sus décadas de vida: inicialmente se dedicó al negocio de la carne vacuna para luego pasar a ser un operador fuerte del abasto cordobés en el rubro carne porcina durante los años 60 y 70 cuando el fuerte de la empresa fue la producción de fiambres y chacinados, luego produjo un nuevo vuelco al rubro vacuno para convertirse desde hace 8 años en una empresa dual en la que se producen carne de cerdos y bovina.
El gerente de Novara contó que además desarrollaron un feedlot donde se engorda hacienda para la faena propia y también se da el servicio de hotelería a otras industrias de la región. El establecimiento tiene capacidad nada menos que para 25.000 animales de carga instantánea. Entre el feedlot y la planta frigorífica Novara emplea a 250 personas.
Garda se muestra orgulloso de pertenecer a esta firma que faena todos los meses 9 mil vacunos y 8 cerdos, parte de los cuales son provistos por matarifes. Pero también muestra preocupación por la coyuntura del negocio y la situación social.
“Hoy el feedlot está a la mitad de la capacidad de ocupación porque está muy difícil el número del engorde por la suba que tuvieron la invernada y el maíz. SE complica mucho hacer engorde a corral sin recría y nuestra empresa no cuenta con los campos necesarios para sumar kilos a pasto”, dijo Garda.
El directivo de este frigorífico cordobés, uno de los más antiguos de la provincia además se refirió a los que está pasando con el comercio de carnes: “Los precios de la hacienda subieron casi cerca de 100% en el último año pero el salario de la gente aumento mucho menos, entre 30 y 40%, por eso no se puede trasladar la suba del valor de la hacienda a la carne vacuna”.
Garda agregó que es diferencia entre los que subió la hacienda (+100%) y la carne (+65% según medición del IPCVA) la están absorbiendo en parte los frigoríficos pero sobre todo las carnicerías. Dijo además que la caída del poder de compra del salario se refleja en cambios en la dieta: “la gente opta por carnes más baratas, busca la de cerdos que vale menos, y también se vende con fluidez el pollo. Pero el problema no es el precio de la carne sino la caída del salario”.
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