La inflación nacional en 2022 según Indec fue de 94,8%, pero la suba de la carne de apenas 42% y de la hacienda de 35% lo que da cuenta del fuerte retraso de ingresos en la cadena.
La inflación anual del año pasado fue de 94,8% mientras que la de diciembre fue de 5,1%.
En tanto los precios de la carne vacuna y de la hacienda aumentaron muchos menos.
El valor de la carne subió 42% en el año. El mismo porcentaje de incremento tuvo la media res. En tanto la hacienda que va al mercado interno subió en promedio 35%.
La brecha entre el precio de la media res y de la hacienda tiene que ver con los mayores costos industriales y comerciales y con la alta oferta ganadera.
El precio de la carne, que en definitiva define el ingreso de dinero a la cadena ganadera, aumentó de la mitad que la inflación promedio y el de la hacienda apenas la tercera parte.
Mientras la carne pierde por mucho la carrera contra una inflación que bajo algún punto en los últimos meses que que sigue bien alta, la carne de pollos y de cerdos tuvieron un recorrido bien distinto.
El valor por kilo de estas opciones es muy inferior y se vuelven entonces alternativas tentadoras para un consumo interno con menos poder de compra. Para la carne de pollo la suba internaual fue de 98% y para la de la carne porcina de 62%. Con estos cambios por cada kilo de asado se pudieron comprar 3,3 de pollo lo que significa una caída de 9% en esa relación.