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Foto del escritorFIFRA INFORMA

Se sigue afirmando el mercado de la invernada

Cada semana que pasa el precio de la invernada va mejorando, aun cuando estamos todavía en plena zafra de terneros. La coyuntura económica impulsa el interés de los compradores.

Crédito: decisión ganadera

Los valores del mercado de la invernada se vienen afirmando contrariamente a lo que suele suceder en esta época del año cuando consecuencia de la alta oferta de animales los valores de los terneros tienden a tranqulizarse debido a la alta oferta propia de los meses que siguen al destete de los terneros.


Los precios rondan los 120 peos por kilo de ternero macho de 180 kilos lo que significa una suba interanual de 60%, muy superior a la del ganado gordo y eso explica las pérdidas que tienen los engordes que son de casi $600 por animal según el cálculo que hace la Cámara de Feedlot.



Diferentes consignatarios consultados nos indican que el gran impulsor de estas decisiones de inversión es el mal contexto macroeconómico y las incertidumbres respecto de la evolución del tipo de cambio. Los operadores buscan no quedar posicionados en pesos y a su vez no sólo no cuentan con otras alternativas de inversión sino que también reducen los gastos evitables y tratan de transformar todo ingreso y ahorro posible en hacienda.


Este año, a diferencia de otros, el mayor demandante de terneros es el recriador y el engordador que cuenta con pasturas ya que el clima viene siendo benévolo. El feedlotero también opera y se concentra más en la ternera, en tanto la industria exportadora busca mayormente terneros recriados mientras que se redujo la participación de matarifes.


En tanto, si bien los criadores están obteniendo un buen precio por el ternero y por las vacas que mandan a faena no tienen una renta alta y con lo que les ingresa cubren costos de la empresa, de vida e intentan mejorar la productividad de sus rodeos o sumar algunos vientres y por eso se notó una mejora en las últimas semanas aunque este mercado es de muy poco volumen ya que es escaso el número de productores dispuestos a vender vientres probados y al mismo tiempo los que reponen vaquillonas para entorar lo hacen, preferentemente, con terneras de su propia producción.

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